Ambición, explotación y muerte, los tres elementos en los que se baso la colonización de África.-
Con la bandera de evitar que se siguiera manteniendo un mercado de esclavos ( que por cierto era muy lucrativo para los europeos, pues durante los siglos XVII, XVIII y parte del XIX, cambiaban baratijas en África por brazos fuetes que vendían en Europa o en sus colonias de América), a finales del siglo XIX exploradores europeos, iban y venían por todo África, levantando planos y haciendo informes para sus países, efervescentes en “Invertir” pues, adoradores del sistema capitalista, que les estaba haciendo pasar una mala jugada con aquello de la gran depresión , (pero no entendemos) los obligaba a buscar nuevos horizontes para explotar. Como personas cultas y educadas se sentaron, ante un mapa y se repartieron a su antojo el inmenso continente Africano. Esto sucedió en lo que se llamó la Conferencia de Berlín durante los años 1884 y 1885. Alemania, que no pudo estar en las primeras colonizaciones hacia América, dado que aún no existía como País, era el más enjundioso en esta oportunidad. Pero los viejos en estos menesteres como Inglaterra, Francia, Italia, Holanda y Portugal, estuvieron jugando sus fichas. Los que menos importaban eran los pobladores originarios de África. Estados Unidos hizo sonar su chicotito mediante su famosa Doctrina Monroe, pues ya era una potencia mundial, y tenía que hacerse notar. Le contestaron sus colegas europeos que no se iban a meter con América. ¡ah bueno! Pues síganle dijo el Tío Sam de aquellos no muy viejos años. España y Dinamarca, invitados a la famosa Conferencia de Berlín se mantuvieron la margen. El discurso ante el mundo que pronuncio Bismark, el día de la inauguración ; Llevaremos el progreso y la civilización bla,bla,bla….. ese, que ya hemos oído.
Militares, aventureros, y misioneros, con la quinina, la biblia y las pistolas en la mochila, estuvieron rápidos a invadir, someter, destruir y matar para establecer gobiernos y empezar a cobrar impuestos y a decidir sobre la vida de los nativos en cuanto a sus creencias religiosas, tan bastas en deidades, rituales, colores y sabores, sobre su mano de obra y en general, su futuro. Ya ocupados los territorios llegaron las empresas, con lo que saben hacer tan bien; explotar la región, explotar al hombre.
J. Woods escribió : La historia de las relaciones de África con los países del Oeste ha sido una historia de pillaje; pillaje de la mano de obra africana, de sus recursos minerales y agrícolas y de su tierra. Aunque ya no existe la esclavitud directa, los tres factores dinámicos respecto de los cuales se originan las luchas que han de decidir el destino de África siguen siendo la fuerza de trabajo, los recursos naturales y la tierra.
Gran dinamismo en las colonias Africanas y Asiáticas, Europa salía de su crisis; productos agrícolas, materias primas, minerales, muchos minerales (Diamantes, oro, estaño), nacen las agroindustrias y se establece una infraestructura productiva al modo capitalista (vías férreas, fábricas, carreteras, iglesias, etc. ) y por supuesto una burguesía blanca europea que gobierna y que no se mezcla con el proletariado nativo aculturalizado, ignorante y sometido , que solo aporta la mano de obra.
Otro conflicto de intereses se dio cuando los colegas se pelearon y se desata la 1ª guerra mundial. El canal de Suez y su flujo se podía regular si se mantenían territorios africanos estratégicamente, de aquí que el cuerno de África adquiere una importancia militar. Esta guerra, en relación al África colonial, solo cambia los dueños, pues los alemanes quedan fuera de la elite de Neoimperialistas Africanos.
Se podía prevenir que los recursos se agotaran pues para eso estaba ahí el sistema capitalista haciendo de las suyas y los paternales estados, que colonizaron África se han ido retirando, en algunos casos con guerras desgarradoras por la libertad. Dicen ellos que dejaron cultura y progreso. Hambruna recurrente, países endeudados (por cierto, con organismos internacionales liderados por las superpotencias como el FMI y el Banco Mundial) e inestabilidad política es lo que, sin buscar mucho podemos encontrar. Cierto, África era un continente pobre, antes del neoimperialismo, pero cierto es que, con sus muy contadas excepciones , el 80% del territorio sigue siendo pobre, quizá más pobre que hace 3 siglos. A los Países que los colonizaron les deben una fortuna, pues tienen una deuda interna impagable, pero que sigue generando intereses pues para eso son los Organismos financieros internacionales, fieles servidores del neoliberalismo. Las diferencias culturales se magnificaron, pues además del tremendo golpe a las culturas primitivas que traen los señores colonizadores (que si sabremos en América latina de eso) ahora tiene que lidiar con los occidentalizados y con dos fieras poderosísimas husmeando en esos confines, los fundamentalistas islámicos y los fundamentalistas neoliberales. Los primeros, queriendo imponer a toda costa su ideología, amenazando con actos terroristas, los otros, ahora subordinados al poder de las empresas trasnacionales, buscando las mínimas señales en donde existen recursos naturales para explotarlas brutalmente,(como sucede actualmente con algunas minas, como es en el CONGO la explotación infrahumana de coltan, en donde, a manera del nefasto outsourcing, libres de todo compromiso colonial o laboral, los nativos lo extraen dejando parte de su vida en ello, los gobiernos invierten en cuidar tan valioso producto, no vacilando en declarar guerras a quienes han tratado de robarlo, y las empresas belgas , chinas y otras productoras, sobre todo de equipos para telefonía móvil, solo pagan el precio que esta en el mercado o mejor dicho, que ellos mismos acuerdan). Y ambos, fundamentalistas buscando posesionarse en una región estratégica como lo es el Océano Índico y su supremacía en el canal de Suez.
Los pobladores originarios de esta región merecen, no solo la ayuda humanitaria en caso de desastre como la actual hambruna, sino que los poderosos europeos, resarzan la deuda histórica que tiene con éste continente y la comunidad Internacional tendamos una mano de solidaridad.
Para cerrar, una cita que encontré de Jean Paul Sartre
No hace mucho tiempo, la tierra estaba poblada por dos mil millones de habitantes, es decir, quinientos millones de hombres y mil quinientos millones de indígenas... La élite europea se dedicó a fabricar una élite indígena; se seleccionaron adolescentes; se les marcó en la frente, con hierro candente, los principios de la cultura occidental... Tras una breve estancia en la metrópoli los devolvían a su país falsificado. Esas mentiras vivientes no tenían nada que decir a sus hermanos; eran un eco... Aquello se acabó: las bocas se abrieron solas; las voces amarillas y negras seguían hablando de nuestro humanismo, pero fue para reprocharnos nuestra inhumanidad.