lunes, 7 de marzo de 2011

EL PODEROSISIMO SEÑOR SISTEMA. Una experiencia de usura bancaria



-¡No señor, al señor Sistema no se le cuestiona! Fue esta la última frase de una larga conferencia telefónica con una de las empleadas del poderosísimo Sr. Sistema.

La fantasía me lleva a imaginar a este poderoso individuo como un joven entre 30 a 35 años, muy bien vestido, refinado, que no esconde su buena cuna y su paso por Universidades Privadas costosas, con un vocabulario cibernético y financiero que solo lo descifran oídos educados.

-Señorita, mire, yo pregunte en una sucursal de este Banco cual es mi saldo a pagar. Me lo anotaron en un papelito, mismo que conservo y en ese momento hice mi pago en efectivo por el total anatado, directamente en cajas.

-El Sr. Sistema dice que tiene un cargo por interésese generados por lo que no le podemos dar su factura.

Entendí entonces que a la persona al otro lado de la línea telefónica le habían secuestrado su capacidad de razonar, pues, eso si, con buenos modales, solo repetía lo que el Sr. Sistema le dictaba.

-Mis vieja neuronas necesitan un poquito de paciencia, señorita, pues no entiendo cual es el argumento del Sr. Sistema para concluir que les debo intereses. Yo hice el depósito el día 25 por el saldo total registrado y anotado por una empleada de la institución, el Sr. Sistema, dice que el corte es el día 26, entonces…..

-El Sr. Sistema dice que tiene una deuda pendiente y no le podemos entregar su factura.

Vaya que es testarudo este Sr. Sistema o ¿será que hayan cambiado la forma de sacar los intereses, como me enseñaron por allá en la secundaría?

-Mire señorita, yo hago la siguiente operación: Capital X tasa de interés entre 100 = Pago de intereses. Y sustituyo; Capital o saldo al día 26 de febrero = 0 X 1.04 entre 100= 0.00. ¿me puede usted decir como, el Sr. Sistema saca los intereses?

El largo silencio me hizo concebir la posibilidad de la existencia de una inteligencia y una voluntad al otro lado de la línea. Imaginaba a una hábil señorita, empleada bancaria, con su calculadora, trabajando en el complicado problema que representa sacar los intereses y después, seguramente íbamos a conciliar los resultados. Confiaba en que, de acuerdo a las matemáticas, la razón prevalecería. El ! gracias por esperar……! se repitió una y otra vez, y al fin la respuesta…

-El Sr. Sistema dice que tiene un adeudo pendiente y no le podemos entregar su factura si no lo cubre.

Mi razón y mi sentir se anudaron, no tenia argumentos, me sentí impotente, pero no por aquello de la injusticia, ni por la usura bancaría, ni por el poder factico ejercido por los bancos, al final estoy preparado para eso, mi verdadera pesadumbre tenía su origen el poder del SR. SISTEMA sobre las voluntades humanas.

-Quisiera tener la oportunidad de comunicarme por teléfono o por escrito con el SR. SISTEMA para hacerle ver mi punto de vista…… -¡No señor, al señor Sistema no se le cuestiona!

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