viernes, 2 de agosto de 2013

Pemex y la velada privatización. Un acopió de información que el Prof. José Luis Razo me hizo llegar . Sobresale la entrevista al Ing, Jiménez Espru


LA DEPREDACIÓN FISCAL CONTRA PEMEX

 

La Jornada, Editorial, 28 de julio de 2013

 

Según un informe sobre Petróleos Mexicanos (Pemex), del que se da cuenta en esta edición, la paraestatal entrega al gobierno federal impuestos equivalentes a 67.4 por ciento de sus ingresos totales. Descontada esa cantidad, lo que le queda a la paraestatal para reinvertir en actividades sustantivas resulta claramente insuficiente: menos de una décima parte de los recursos obtenidos por sus ventas.

Salta a la vista el hecho de que dicha cantidad es mucho menor al monto que las competidoras foráneas de Pemex reinvierten del total de sus ingresos. La brasileña Petrobras, por ejemplo, destina hasta una tercera parte de lo obtenido por ventas de crudo a inversiones productivas y tareas como la prospección y la exploración. A dicha circunstancia, que de suyo coloca a Pemex en una desventaja competitiva frente a otras petroleras, se suma la asfixia presupuestal a que es sometida la paraestatal, como quedó demostrado con la decisión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de recortar más de 33 mil millones de los recursos aprobados a la compañía para 2013.

Los datos mencionados confirman la tendencia, denunciada muchas veces por diversos actores políticos, sociales y de la academia, de acabar con la entidad petrolera por medio del saqueo hacendario y la inanición presupuestal, y corrobora la indebida dependencia gubernamental de los ingresos petroleros, fenómeno que data del sexenio en que gobernaba José López Portillo y que, pese a la retórica de las presidencias siguientes contra el populismo económico, no ha sido modificado por las administraciones neoliberales, sino todo lo contrario: ha sido arraigado y profundizado por éstas.

Es innegable que Pemex necesita realizar, con urgencia, inversiones cuantiosas en áreas estratégicas para su desarrollo, como la exploración, la explotación y la refinación, que le permitan superar el rezago que ha acumulado a lo largo de muchos años y revertir las inercias negativas que acusa con respecto a su capacidad de producción. Para ello no es necesario avanzar en la entrega total o parcial de la paraestatal a manos de particulares –como ha venido insistiendo el gobierno de Enrique Peña Nieto en semanas recientes–, sino dejar de arrebatarle por la vía fiscal la mayor parte de sus ingresos brutos, y emprender medidas efectivas para combatir la corrupción que campea en su aparato administrativo y en su cúpula sindical.

Contrariamente a esas necesidades, el gobierno federal en turno se mantiene renuente a buscar fuentes adicionales de financiamiento del Estado que no sean el saqueo fiscal de la industria petrolera nacional. En ese sentido, es inevitable preguntarse hasta qué punto las pérdidas sufridas recurrentemente por Pemex son resultado de un designio por presentar al sector público como intrínsecamente incapaz de administrar el sector energético de manera eficiente y transparente, a fin de exponer como viable y hasta necesaria una privatización que ha sido consistentemente rechazada por la mayoría de la sociedad.

Es verdad que el país requiere reformas legislativas en materia energética y petrolera, pero no para modificar el estatuto público de Pemex, sino para modificar los términos de su vinculación con el gobierno federal, a fin de garantizar la autonomía de la empresa y su capacidad de reinvertir en márgenes adecuados sus ingresos. Es urgente, por tanto, que Pemex sea colocada en un régimen de autonomía fiscal y que la administración federal obtenga recursos públicos como lo hacen los gobiernos de otros países: mediante el cobro de impuestos justos y equitativos a las grandes empresas y capitales financieros, con políticas de austeridad –como el recorte de los salarios y la desaparición de las prerrogativas onerosas de que gozan los altos funcionarios de la administración pública– y con acciones de combate a la corrupción. 

LA CAÍDA DE NUESTRO PETRÓLEO

 

Antonio Gershenson

La Jornada, 28 de julio de 2013

 

La Cepal (Comisión Económica para la América Latina y el Caribe) ha hecho público que México tiene la caída de petróleo más fuerte de América Latina entre los países de mayor producción del energético. Desde 2006, la baja ha sido entre 4 y 5 por ciento anual.

Vamos a mostrar cómo van las cosas, basados en el informe de Pemex del segundo bimestre recién publicado y en reportes de la Comisión Nacional de Hidrocarburos.

Con los datos económicos del segundo trimestre, hay una pérdida de 49 mil millones de pesos. En todo el primer semestre resultan 53 mil 400 millones de pesos, casi 7 veces más pérdidas que en el mismo periodo del año anterior.

La producción de crudo ha bajado de manera sostenida. En 2004, la producción era de 3,383 miles de barriles diarios, que llegan a 2,532 miles en 2013 hasta mayo, bajando al 75 por ciento, en aproximadamente 10 años.

En el famoso Cantarell, que fue lo máximo del país, de 2,125 miles de barriles diarios en 2004, ahora se producen 377 miles de barriles diarios en mayo, sólo el 18 por ciento de lo antes producido.

Lo funcionarios decían que lo único que aumentaba su producción, en lo que ellos estaban metidos, era Chicontepec. Pero de enero de este año a julio su producción bajó al 68 por ciento. Y del primer trimestre de este año al segundo, bajó al 90 por ciento. Por donde le vean, la producción de Chicontepec está cayendo.

Lo que no está en los discursos, lo que sí tiene ingenieros y técnicos de Pemex, lo que sí tiene equipos de perforación, es el Litoral de Tabasco. Y sus crudos han aumentado de 39 mil en 2003, a 319 mil en 2012. Ha subido 8 veces del primer año mencionado al segundo. Hay una moderada baja reciente, vamos a ver qué tanto pesa cuando se termine la perforación del pozo Xux 1DL. En cuanto a su producción de gas natural, de 87 millones de pies cúbicos diarios en 2003, a la de 738 millones ahora, hay 8.5 veces más producción. Claro, esto no está en los discursos oficiales, prefieren presumir de Chicontepec.

Regresemos a las caídas, ahora con el gas natural. En Burgos, que la tienen siete empresas extranjeras, tuvieron una producción de 1,515 millones de pies cúbicos diarios de gas en 2009, y llegaron a 1,253 millones pies en 2013.

Mayor ha sido la baja en Veracruz, con el contratismo, de 956 millones de pies cúbicos diarios de gas en 2008 se pasó a 524 millones en 2013. El resultado es una baja al 55 por ciento en el año actual.

Otro aspecto, de más corto plazo, la producción de petróleo crudo bajó 1.1 por ciento en el segundo trimestre de este año. Y en gas natural, en el mismo período, la baja fue de 2.2 por ciento. En el segundo trimestre, la producción de Veracruz, que veíamos que llegaba a 524 millones de pies cúbicos diarios de gas, en el segundo trimestre ya bajó más, a 496 millones. La caída pasa, entonces, de 55 por ciento al 52 por ciento.

Empezamos con la Cepal y bajas de 4 y 5 por ciento al año. Vamos viendo cómo hay casos con mayor baja. Y eso que tenemos algunos positivos, que ya citamos.

Hay funcionarios invadidos por el optimismo: que para fines de este año vamos a encargar a una empresa, que nos vamos a asociar con la otra, que para fines del sexenio... uuu, lo máximo. Pero al mismo tiempo, se medio discute a quiénes se va a encargar esto o lo otro, como una refinería.

Está bien refutar estos sueños. Pero recordemos que en el sexenio pasado se quisieron, primero, refinerías de empresas extranjeras, y otros sueños. Sí hay el peligro de entregas, pero también hemos visto que no se hace nada, como en la nueva refinería, y eso también se puede repetir. Lo único real este sexenio en materia petrolera ha sido una entrega en enero, que ya estaba entregada, y ya.

Es un peligro que se venda esto o lo otro. Pero también está el peligro de no se haga nada, para eso sí han mostrado ser muy eficientes. Y, claro, muchas palabras sobre que ya estamos aumentando la producción, y ni hablamos sobre que esté cayendo.

Quiero recordar que las palabras oficiales también se relacionan con empresas privadas, o empresas extranjeras. Y las empresas extranjeras de Burgos, de Chicontepec y demás, están bajando la producción de crudo y de gas natural, y hay que recordárselo a ellos.

 

CIFRAS MENTIROSAS DEL GOBIERNO PARA CONVENCER DE LA CRISIS EN PEMEX Y CFE

 

Videgaray sabe que aporta 40% del ingreso: Bartlett

Andrea Becerril y Roberto Garduño

Periódico La Jornada
Domingo 28 de julio de 2013, p. 5

 

Legisladores de PRD y PT denunciaron que el gobierno de Enrique Peña Nieto comenzó ya una campaña mediática catastrofista con el propósito de hacer creer a la opinión pública que Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) están en crisis y la única opción es la reforma constitucional en materia energética que permita la privatización de las dos paraestatales.

Es deshonesto que el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, asegure que Pemex tiene pérdidas, él sabe perfectamente que eso es falso, ya que aporta más de 40 por ciento de los recursos del presupuesto federal, recalcó el coordinador de los senadores del PT, Manuel Bartlett.

El vocero de los diputados del PRD, Carlos Reyes Gámiz, consideró sospechoso que el gobierno federal ahora sostenga que Pemex es la única empresa a escala mundial con pérdidas multimillonarias. Adelantó que su partido prepara una campaña informativa permanente para explicar a la sociedad que el gobierno federal miente con el anuncio de una pérdida de 53 mil 400 millones de pesos.

Por separado, el senador Bartlett Díaz hizo notar que igual que lo hizo el entonces presidente Felipe Calderón, en 2008, ahora Peña Nieto trata de engañar a los mexicanos con propaganda basada en cifras y datos mentirosos, para abrir el camino a la entrega del petróleo y la electricidad a trasnacionales.

Es una vergüenza que Videgaray, quien sabe perfectamente lo que pasa en Pemex, precisamente por la política de la Secretaría de Hacienda de quitarle la mayor parte de sus ingresos, salga a hacer campaña para la privatización. Es una mentira enorme decir que Pemex tiene pérdidas, no pierde nada, le arrebatan, vía impuestos, la mayor parte de sus ingresos.

CFE y los contratos leoninos

Agregó que en el caso de CFE hay pérdidas porque las empresas extranjeras, que generan ya 50 por ciento de la electricidad en el país, cobran muy caros sus servicios. Le cuestan muy caros a la CFE por los contratos leoninos que les dieron y que obligan a que se les compre toda la energía que producen.

Esta es la realidad que el gobierno trata de ocultar, recalcó.

A su vaz, el diputado perredista Reyes Gámiz señaló la situación es muy similar a la que se ha dado desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, en que se trata de crear un ambiente propicio para la privatización de Pemex, al colocar a la empresa al borde de la quiebra.

Ahora no es distinto, la actual campaña busca ambientar entre los ciudadanos la posibilidad de la privatización. Es una campaña interesada en abrir al capital privado las tareas sustantivas de la petrolera.

El vocero de los legisladores del sol azteca consideró que ahora que existen señales de alerta en la economía, que podrían llevarnos hasta una nueva recesión, la administración de Peña Nieto ha decidido tomar la ruta de impulsar, para el próximo periodo ordinario de sesiones, la aprobación de la reforma constitucional en materia energética.

Con ello, estarían ganando tiempo para que la crisis en los mercados y en las actividades empresariales no corra en vía paralela a la del desastre del manejo del sector energético.

 

 

 

 

PRIVATIZAR ES JUGAR CON FUEGO; ALISTA EL PRD CONSULTA NACIONAL

 

Advierte Jesús Zambrano sobre el riesgo de despertar al México bronco

Destaca la necesidad de que se apruebe la ley de participación ciudadana

BC, moneda que PRI y gobierno dan al PAN por presentar su propuesta

El Pacto por México sigue congelado

Alma E. Muñoz

 Periódico La Jornada
Domingo 28 de julio de 2013, p. 5

 

El PRD advirtió a PRI y PAN que si impulsan una reforma energética privatizadora estarían jugando con lumbre; caerían en la tentación de despertar al México bronco.

Al dar el banderazo de salida a dirigentes perredistas para organizar la consulta ciudadana, en la cual preguntarán a la sociedad si desea la modernización de Petróleos Mexicanos con privatización o autonomía fiscal, el presidente nacional del sol azteca, Jesús Zambrano, manifestó que no permitirán que se enajene el futuro del país.

En esta lucha no hay ninguna diferencia entre las fuerzas del partido, dijo acompañado de los coordinadores perredistas en el Senado, Miguel Barbosa, y la Cámara de Diputados, Silvano Aureoles, además de varios miembros de la Comisión Política Nacional. Integraremos un frente común para evitar la entrega de la renta petrolera a manos privadas, agregó.

La instrucción de la dirigencia nacional para los militantes es movilizar a miles de personas en todo el país para que participen en la consulta que el partido llevará a cabo en dos etapas, el 25 de agosto en 13 estados y el primero de septiembre en las 19 entidades restantes.

Tanto para Zambrano como para Miguel Barbosa es fundamental ese ejercicio para estrenar la figura del referéndum en el país, y que a partir de sus resultados se realicen cambios trascendentales en materia energética o fiscal, como decidir si se incrementa el IVA y aplicarlo, además, en alimentos y medicinas.

Ante cerca de 200 asistentes a la reunión, celebrada en un salón de la colonia Juárez, Barbosa resaltó que en el marco de las negociaciones sobre la reforma política, en el Congreso han señalado la necesidad de se apruebe una ley de participación ciudadana que regule los mecanismos mediante los cuales el pueblo pueda expresarse: plebiscito, consulta popular y referéndum.

Hemos presentado una ruta crítica: en agosto, la reforma política profunda –que incluya los tres mecanismos–; en septiembre, llevarlos a cabo, y en octubre que las cámaras legislen la reforma energética, aquella que apruebe el pueblo, mediante esos instrumentos”, explicó.

El diputado Aureoles preguntó si haberle entregado Baja California al PAN es la moneda que el gobierno y el PRI le dan a ese partido por dar a conocer una propuesta (de reforma energética) que ellos no se han atrevido a presentar.

Por su parte, el secretario general del PRD, Alejandro Sánchez Camacho, detalló que se instalarán 3 mil 200 casillas en el territorio nacional para la aplicación de la consulta perredista, cada una con 350 boletas, aproximadamente.

Anunció que el próximo martes se instalará el consejo promotor nacional de este ejercicio, en el cual participarán Cuauhtémoc Cárdenas, Javier Jiménez Espriú, Lorenzo Meyer, Elena Poniatowska y Gregorio Vidal, entre otros, el cual organizará foros regionales en todo el país. El costo de la consulta nacional perredista está estimado en 10 millones de pesos.

Zambrano aclaró que a la reunión no fueron convocados los gobernadores emanados del partido. Dijo que con ellos se encontrarán más adelante.

En entrevista, al líder perredista se le preguntó sobre las negociaciones en el Pacto por México y dijo que este mecanismo sigue congelado hasta que el gobierno federal dé respuesta a los agravios cometidos en las elecciones del pasado 7 de julio.

 

 

 

EL “MÉXICO BRONCO” NO DESPIERTA NI CON BOMBA; SÓLO LOS JÓVENES RADICALES PUEDEN DESPERTAR

 

Pedro Echeverría V.

Rebelión

29-07-2013

 

1. El presidente nacional del PRD, el chucho Zambrano, resaltó que en esta lucha (contra la privatización del petróleo) no hay ninguna diferencia entre las fuerzas del partido; que harán un frente común (no dicen con quien) para impedir la privatización de la renta petrolera. Indicó que si PRI y PAN impulsan juntos la una reforma energética “estarían jugando con lumbre; caerían en la tentación de estar despertando al México bronco”. La realidad es que si el PRD no apoya al PRI y al PAN, sus aliados del “Pacto por México”, estaría violentando los acuerdos y podría dejarlo Peña Nieto sin nada. ¿Qué tal si la llamada “consulta ciudadana muy independiente” que ha aprobado el PRD, siguiendo la propaganda de los medios de información, ganan los votos por la inversión privada y extranjera que no es otra cosa que privatización?

2. En frases del discurso político tradicional siempre se advierte: “No vayan a despertar al “México bronco” porque va a barrer con todos nosotros; por el contrario yo siempre respondo: que despierte el México bronco para que barra con todos los que lo dañan, incluso conmigo si es necesario”. El México bronco es el pueblo explotado, oprimido, hambriento, que está encolerizado y dispuesto a destruir todo lo que le ha impedido vivir con decencia. ¿Se imaginan que el primer paso sea convertir la gran propiedad privada en colectiva? ¿Se imaginan al México bronco que se apropie de todas las fábricas, todas las tierras, los bancos, las escuelas, las calles, los transportes, los mercados, y que se ponga a gobernar haciendo que todos trabajen y reciban ingresos y derechos equitativos e igualitarios?

3. Obviamente, ante un México levantado, muy enojado y dispuesto a realizar cambios radicales, en unos cuantos minutos tendríamos la invasión de más de un centenar de aviones yanquis sobre México, barcos de guerra en el Golfo y en el Océano Pacífico y más de 100 mil soldados mexicanos y yanquis cuidando la frontera norte; tendríamos un aeropuerto lleno de familias millonarias con decenas de aviones listos para trasladarse a los EEUU, preparadas para pedir apoyo político. Pero obviamente es una ilusión; el México bronco no despertará ni con diez bombas porque lleva muchos años de estar acurrucado, adormecido, drogado, por la iglesia, la radio y la televisión, también por la escuela. Quizá el México bronco no existe, es sólo una amenaza de discurso; lo que existe es un México integrado y dominado.

4. El México bronco fue domesticado por el mismo partido oficial (PNR-PRM-PRI) en los años 30 y 40 después de las derrotas –aunque dentro de la misma clase- del carrancismo en 1920, el delahuertismo en 1924, los de Huitzilac en 1927, los cristeros en 1929, Cedillo en 1938. La política electoral –a pesar de la enorme miseria del pueblo y de la larga dictadura del partido oficial en el campo electoral- acabó con el México bronco. Desde 1940 –cuando también el ejército es sometido por el poder ejecutivo y la vida rural-agraria comienza a someterse al desarrollo urbano o de las ciudades, México inició su entrada a la “modernidad capitalista”, a la era del cine, la radio y la televisión. La pobreza y la miseria siguen siendo ampliamente mayoritarias en México, pero la iglesia, los medios de información y la escuela siguen controlando con eficacia la conciencia.

5. Más que el México bronco que casi ha desaparecido tiene que despertar el México rebelde, igualitario, horizontal, que ha venido construyéndose con jóvenes y estudiantes que desde 1968 en las calles y Tlatelolco, 1971 en la calles de San Cosme, 1986 y 1999 en la UNAM y 2012 en muchas ciudades del país, no están dispuesto a someterse a nadie. ¿O es que tampoco el México rebelde de los jóvenes puede pararse nuevamente como en España, Chile o Brasil? La realidad es que el Yo soy 132 surgió como una sorpresa en mayo de 2012 y después de algunos meses con los resultados electorales pareció debilitarse y después de la toma de posesión de Peña Nieto, desplomarse. Todavía no se ha hecho un buen análisis de la experiencia; sin embargo es indiscutible que la juventud y los estudiantes siguen siendo un motor de los cambios revolucionarios.

6. El PRI, PAN, PRD, sólo buscan adormecer a México para que ellos desde la cúpula, desde lo alto, sigan poniéndose de acuerdo para seguir dominando a los trabajadores. Si acaso llegara a surgir un gran movimiento por la defensa del petróleo, de la electricidad, de una reforma fiscal en beneficio de los trabajadores y de lucha contra la imposición del IVA a medicinas y alimentos, esa batalla tiene que venir directamente de los trabajadores. Debemos esforzarnos por levantar esa lucha desde ahora con la Coordinadora (la CNTE) a la que sumaran seguramente algunos sindicatos, grupos campesinos, el movimiento lopezobradorista Morena y muchas pequeñas organizaciones radicalizadas. Si el PRD no estuviera aliado en el Pacto con el PRI y con el PAN se podría esperar algo positivo; pero en las circunstancias actuales ya nadie confía en él.

 

Blog del autor: http://pedroecheverriav.wordpress.com

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

 

KESSEL Y EL CONFLICTO DE INTERESES

 

La Jornada, Editorial, 29 de julio de 2013

 

Durante la gestión de Georgina Kessel al frente de la Secretaría de Energía, de diciembre de 2006 a enero de 2011, las empresas energéticas del sector privado experimentaron un avance sustantivo en materia de generación de electricidad en el país, mediante la concesión de cientos de permisos para la producción independiente de energía y la deliberada disminución productiva de la Comisión Federal de Electricidad. Las principales beneficiadas con esa política, que ha colocado en manos de particulares la producción de casi 60 por ciento de la electricidad que se genera en el país, fueron las trasnacionales de origen español Iberdrola y Unión Fenosa, que en conjunto concentran 70 por ciento de la energía producida por el sector privado.

La revelación, ahora, de que la ex funcionaria calderonista ha recibido 35 mil euros de la primera de esas compañías en pago a sus servicios de consejera externa pone de manifiesto un nuevo caso de opacidad y discrecionalidad en manejo de los límites entre lo público y lo privado, que recurrentemente deriva en episodios insoslayables de conflicto de intereses por los servidores públicos durante el desempeño de sus cargos o al concluirlos.

La circunstancia de Kessel, quien dejó la Secretaría de Energía en enero de 2011 y cinco meses después se incorporó como consejera de Iberdrola, resulta presumiblemente violatoria de la Ley de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, cuyo artículos 8 y 9, entre otras cosas, obligan a los funcionarios a esperar un año para aceptar algún cargo en compañías u organismos cuyas actividades profesionales, comerciales o industriales se encuentren directamente vinculadas, reguladas o supervisadas por el servidor público de que se trate en el desempeño de su empleo, cargo o comisión.

Pero, más allá del aspecto legal, el caso de la ex funcionaria calderonista representa de manera ejemplar la turbiedad de una institucionalidad que perdió hace tiempo el sentido de la moral pública y de la ética republicana, y para la cual el desempeño de algún cargo público no es sino un medio para satisfacer intereses particulares propios o ajenos. Dicha desviación del sentido originario del servicio público se ha expresado en casos como el de Ernesto Zedillo, quien tras su salida del cargo, en diciembre del año 2000, se desempeñó como funcionario de varias compañías trasnacionales, como Procter & Gamble, Alcoa y Union Pacific, algunas de las cuales se vieron ampliamente beneficiadas durante su mandato; el de Francisco Gil Díaz, quien 33 días después de dejar la Secretaría de Hacienda y Crédito Público se convirtió en consejero de HSBC, y el del desaparecido Juan Camilo Mouriño, quien, en calidad de legislador y posteriormente funcionario del gobierno federal, actuó en representación de una empresa de su familia para firmar contratos con Pemex.

El denominador común de todos esos funcionarios es que, pese a haber sido objeto de cuestionamientos públicos por los múltiples conflictos de intereses en que incurrieron, no ha enfrentado alguna sanción a consecuencia de ese desempeño, en parte por las lagunas legales y las deficiencias en la redacción de las normativas aplicables, y en parte por el poder político y la red de impunidad de que siguen gozando una vez que han dejado sus responsabilidades públicas.

El actual gobierno enfrenta la disyuntiva de esclarecer los numerosos puntos oscuros en la trayectoria de ex servidores como los referidos –mediante el emprendimiento de los procesos administrativos o jurídicos correspondientes– o encubrirlos. El caso de Georgina Kessel tendría que ser visto como punto de arranque obligado.

 

EL PETRÓLEO Y LOS LIBROS

 

Bernardo Bátiz V.

La Jornada, 29 de julio de 2013

 

Una de las fallas o carencias de quienes gobiernan el país desde hace ya algunos años es que no saben historia, y mucho menos historia de México; no leen o al menos no leen mucho y se olvidan pronto lo que leyeron; no investigan ni ellos ni sus cortes y caudas de asesores y colaboradores, de lo que deriva que para tomar decisiones capitales para el futuro del país, estén atentos tan sólo a la coyuntura del momento y lamentablemente a sus propios intereses, tanto para negocios de hoy como para empleos en el futuro.

Deben saber que para debatir sobre petróleo no basta la publicidad y la reiteración hasta el cansancio de términos como competitividad y modernización, que poco significan. Se requiere información, conocer nuestro pasado y decir la verdad; por ello me refiero hoy a unos pocos de los muchos trabajos serios e informados escritos sobre el tema.

Es ya un clásico el libro que en 1968 publicó el entonces joven investigador Lorenzo Meyer con el títuloMéxico y Estados Unidos en el conflicto petrolero; ideas expuestas en él han sido reiteradas, ampliadas y enriquecidas por el autor en escritos y conferencias, y proporcionan información seria a quienes quieran leer y oír y contradicen el fácil gracejo que califica de dogmáticos los argumentos en contra de las ocurrencias e intereses de quienes pretenden entregar nuevamente el petróleo mexicano a empresas extranjeras.

Otro libro, recién salido de la imprenta, coordinado por el senador Manuel Bartlett, aporta datos precisos y confiables para demostrar que es un contrasentido carente de patriotismo pretender que el área estratégica de nuestra economía, constituida por los energéticos, petróleo, gas, electricidad, se ponga en manos precisamente de los competidores de Pemex, que a pesar de la corrupción de muchos, ha sido la columna vertebral de la economía mexicana.

Los autores del libro coordinado por Bartlett no son ningunos improvisados; se trata de Alberto Montoya Martín del Campo, doctor por la Universidad de Stanford, investigador de la Universidad Iberoamericana y servidor público experimentado; de la doctora en ingeniería energética de la UNAM Rocío Vargas Suárez; del egresado de la ESIME, con experiencia en Pemex, en petroquímica, proyectos y construcción por más de treinta años Heberto Barrios Castillo; de Francisco Garaicochea, ingeniero petrolero de la UNAM, catedrático de la Universidad de Oriente de Venezuela y de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, también con experiencia laboral directa en Pemex y Gonzalo Núñez González, arquitecto y economista de la Iberoamericana y de la UNAM especialista en planeación del desarrollo y con experiencia en el servicio público. Este libro, que ya está circulando, es indispensable para entender cómo están las cosas hoy en este asunto y conocer las verdaderas posibilidades de conservar y mantener Petróleos Mexicanos como la herramienta fundamental para sostener la soberanía económica de del país.

El jurista y diplomático Antonio Gómez Robledo también se ocupó del tema en varios y valientes trabajos. Uno es el ensayo La cuestión del petróleo, publicado por El Colegio de México, en el que recuerda que unas antiguas Ordenanzas de Aranjuez, de 1783, constituyeron la primera disposición legal que reservó para el dominio de la real corona las minas y todo lo que se pueda descubrir en el subsuelo, entre ellos, los bitúmines y jugos de la tierra, dominio que, recuerda el autor, pasó a ser de la nación mexicana con motivo del tratado de 1836, con el que España reconoció la soberanía nacional.

Gómez Robledo cita en este trabajo un célebre voto del ministro Ignacio L. Vallarta, que reconoce ese dominio directo sobre el subsuelo, que no se puso en tela de juicio hasta 1884, en el Código de Minas promulgado por el compadre y hechura de Porfirio Díaz, general Manuel González. Ahí se determinó que los productos del subsuelo serían propiedad de quien tuviera la propiedad del suelo. Insinúa el autor, que quizás ya se movían los intereses de las empresas petroleras.

Bajo el gobierno de Carranza se retornó, con el artículo 27 constitucional, al anterior sistema con el texto que califica Gómez Robledo de diáfano: Corresponde a la Nación el dominio directo de todos los minerales o sustancias que en vetas, mantos, masas o yacimientos cuya naturaleza sea distinta de los componente del terreno entre ellos por supuesto el petróleo y todos los carburos de hidrógeno.

Este es el estatus actual del petróleo; sólo que en 1923, con los llamados Tratados de Bucareli, de los que hablaré en otra ocasión, en forma ilegal y de hecho, se dejó de aplicar la Constitución a cambio del reconocimiento por Estados Unidos al gobierno de Álvaro Obregón. Fue hasta 1938, que Lázaro Cárdenas expropió los bienes de las compañías petroleras, que se pudo recuperar lo que era nuestro y que hoy se pone nuevamente, en riesgo con una frivolidad inexplicable.

 

EL SINDICATO PETROLERO RECIBE $105 MILLONES POR CADA REVISIÓN SALARIAL

 

El apoyo de Pemex para gastos, libre de cualquier fiscalización

En el Día del Trabajo y otras fechas se le dan $13 millones más

Patricia Muñoz Ríos

Periódico La Jornada
Miércoles 31 de julio de 2013, p. 14

 

Pemex entregó al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), encabezado por Carlos Romero Deschamps, 105 millones de pesos por apoyo para gastos de la revisión contractual 2013-2015, más viáticos para los representantes de las 36 secciones de esta organización.

Una copia del acuerdo bajo el que se otorga esta prestación en manos de este diario, señala que conforme a la cláusula 251 bis, Petróleos Mexicanos se obliga a entregar a este STPRM, antes del inicio de cada revisión anual, el importe de 105 millones de pesos, por concepto de gastos de contratación derivados de las revisiones anuales al contrato colectivo de trabajo. Esta cantidad se actualizará anualmente.

De esta forma, en cada revisión anual, la paraestatal cumple con la entrega de estos recursos, por lo que en el sexenio pasado, tan sólo por ese concepto, la empresa otorgó al comité de Romero Deschamps más de 630 millones de pesos, los cuales no tienen que ser comprobados.

La entrega de los recursos de 2013 se aplicó en junio al inicio de la revisión contractual, y se hizo directamente a las arcas de este sindicato.

Esta cláusula 251 bis incluso no aparece en las últimas versiones del contrato colectivo de trabajo del STPRM, se maneja por aparte pero está vigente y se cumple conforme a un acuerdo anual.

En la misma cláusula se incluyen los apoyos económicos para los festejos del 18 de marzo, aniversario de la expropiación petrolera y del primero de mayo por el Día del Trabajo, los cuales ascienden a más de 13 millones anuales el primero y de aproximadamente 10 millones el segundo. Sin embargo, el apoyo económico mayor es el que se da para los gastos de la revisión anual, que supera los 105 millones de pesos.

Además, la paraestatal pagó los traslados a la ciudad de México y hospedaje de los 36 dirigentes seccionales y esto lo hace año con año, sea revisión salarial o contractual.

La entrega de estos recursos ya son consideradas por el sindicato como históricas, ya que durante décadas se han aplicado a sus finanzas. Primero fueron a través de acuerdos verbales, y a partir de 2005 se firmaron en una cláusula y desde el 2010 se decidió reafirmarla en acuerdos.

La cláusula sigue vigente, sólo se dejó de imprimir en el contrato colectivo de trabajo, para que los petroleros no cuestionaran el destino de los recursos, indicó la Coalición de Trabajadores Petroleros.

Respecto de la revisión contractual 2013-2015, esta organización indicó que contrario a la millonaria entrega de cheques al sindicato que encabeza Romero Deschamps, el incremento salarial significará para el promedio de los trabajadores petroleros un aumento de 250 pesos a la catorcena, lo que en términos reales representa de 15 a 17 pesos diarios.

Planteó además que aún se desconocen la totalidad de los acuerdos firmados en letra chiquita en esta revisión, pues no se dieron a conocer en detalle, porque que trascendió que en las mesas de negociación se habló de cambiar al Seguro Social a los futuros trabajadores y modificar también su régimen de jubilación. Es decir, tener como en otras empresas dos contratos vigentes, a fin de abaratar el costo laboral de Pemex.

 

Reforma Energética

ENTREVISTA CON JIMÉNEZ ESPRIÚ: “EL PRD O SE SALE DEL PACTO O CUMPLE SU PALABRA Y APOYA LA REFORMA PRIVATIZADORA”

jue 1 ago 2013 07:43

SDPnoticiaas.com

 

"No se ha podido en ninguna parte del mundo. Vea el caso de Kazajistán que encuentra, recientemente, el yacimiento más importante del mundo y le entra un contrato como estos de los que hablamos. Pasaron 10 años y no había recibido ni un centavo y tuvo que cancelar el contrato con unos costos brutales"

Antes de empezar la entrevista, el ingeniero Javier Jiménez Espriú habla de su experiencia en las redes sociales: “Me incorporaron al Twitter hacer tres meses. Me divierto mucho. Me encantan los juegos de palabras en 140 caracteres”. Como el que, un día antes de la entrevista, redactó mientras escuchaba en el programa de radio de Carmen Aristegui a un diputado del PAN que debatía con el priista Francisco Labastida y con Manuel Bartlett, senador del PT: “Dijo el diputado Camarillo que él hizo la propuesta energética del PAN. Evidentemente no la hizo Camarillo, la hizo una ‘camarilla’…”.

Es duro Jiménez Espriú con los partidarios de la reforma energética que pronto presentará el presidente Enrique Peña Nieto. Una reforma que el exdirector de la Facultad de Ingeniería de la UNAM no vacila en calificar de “privatizadora”. Cuando le digo que antes de considerarla una privatización tal vez debería esperar a conocerla mejor, responde que lo fundamental del proyecto ya fue aprobado en el Pacto por México por los representantes del gobierno federal y de los principales partidos políticos mexicanos, incluido el PRD.

 

Eso es lo que dijo Enrique Peña Nieto al Financial Times.

"El presidente de la República no mintió en Londres cuando afirmó que en el Pacto ya está aprobada la reforma. Ahí está la explicación, punto por punto, de lo que significa. Inversionistas privados se van a quedar con parte de la renta petrolera. No puede haber la menor duda. El PRD lo aprobó. Pero luego el PRD presentó el proyecto de Cuauhtémoc Cárdenas, que es otra cosa. Y ahora los perredistas dicen: 'No aceptaremos la modificación de la Constitución'.  Ayer lo volvió a decir Jesús Zambrano: nada de cambios constitucionales. Cambios que, al firmar el Pacto, Zambrano aceptó desde hace meses".

 

¿Qué puede hacer el PRD para superar su conflicto?

"Algo muy sencillo: O salirse del Pacto o cumplir su palabra y aceptar la reforma energética privatizadora".

Ingeniero mecánico electricista por la UNAM, Javier Jiménez Espriú realizó estudios de posgrado en el Conservatoire des Arts et Metiers de París en 1961 y fue director de la Facultad de Ingeniería de 1978 a 1982. También dirigió Mexicana de Aviación, tuvo a su cargo la subdirección comercial de PEMEX y fue subsecretario de Comunicaciones y Desarrollo Tecnológico. Ha participado asimismo en el Instituto Mexicano del Petróleo, el Instituto Mexicano de Investigaciones Eléctricas, el Instituto Mexicano del Transporte y el Instituto Mexicano de Comunicaciones. Actualmente preside la empresa Nec en México y, en 2012, durante el pasado proceso electoral presidencial, colaboró con el candidato de izquierda, Andrés Manuel López Obrador.

¿Qué es lo que el PRD firmó en el Pacto por México?

"Lo he escrito. Y en este documento (lo entregó a SDPnoticias para su publicación) hablo de lo que les ha pasado a todos esos países que hicieron lo que pretende hacer Peña Nieto".

 

¿Países en los que se dio una reforma energética?

"Privatizaciones, de eso hablo. El presidente Peña Nieto dice otra cosa, que la reforma que propondrá no es privatizadora. Que PEMEX ni se vende ni se privatiza, eso ha declarado. Es cierto, desde luego que es cierto. Pero, aquí está el problema, se refiere a Pemex, solo a Pemex, no a la industria petrolera ni, tampoco, a la renta petrolera. Manipulan la palabra, pues. Aseguran que no van a vender ni un tornillo de Pemex. Les creo. No necesitan hacerlo para privatizar la industria petrolera que es de todos los mexicanos".

 

Si no venden ni un tornillo de Pemex, ¿cómo se dará la privatización de la que usted habla?

"El Pacto por México no propone, es cierto, privatizar Pemex, pero sí la privatización de la explotación de los hidrocarburos, algo que va contra la Constitución".

 

¿Puede precisar lo que propone el Pacto que a su juicio es privatizador?

"El compromiso 54 del Pacto por México: Se mantendrá en manos de la nación la propiedad y el control de los hidrocarburos y la propiedad de PEMEX como empresa pública. Pero, se dice ahí, en todos los casos la nación recibirá la totalidad de la producción de hidrocarburos. Una gran falacia. Constitucionalmente Pemex es organismo descentralizado, no empresa pública…"

 

¿Y eso es privatizador?

"La afirmación de que 'en todos los casos la nación recibirá la totalidad de la producción de hidrocarburos' anuncia la exploración y explotación a través de contratos incentivados, de riesgo, de asociaciones público-privadas o de concesiones. Actividades que serían realizadas por empresas privadas nacionales o extranjeras. Y no se les pagará en especie, sino con dinero. Esto es anticonstitucional, porque dichas empresas pueden entregar el 'total de la producción de los hidrocarburos', pero no, lo subrayo, el valor total de dichos hidrocarburos. Lo digo en el documento que escribí: Este planteamiento supone el acceso al valor intrínseco del petróleo, la renta petrolera, por parte de los inversionistas privados".

 

Para eso se necesita la reforma.

"Hay que ver también el compromiso 55 del Pacto por México: Se realizarán las reformas necesarias, tanto en la regulación de las entidades paraestatales, como en el propio sector energético y en temas fiscales para transformar a Pemex en una empresa pública de carácter productivo, que se conserve como propiedad del Estado pero que tenga la capacidad de competir en la industria  hasta convertirse en una empresa de clase mundial. Para ello, dice el Pacto, será necesario dotarla de las reglas de gobierno corporativo y de transparencia que se exigirían a una empresa productiva de su importancia".

 

¿Es malo hacer de Pemex una empresa de clase mundial?

"Claro que no. De hecho, ya lo es. El problema es lo que significa realmente lo expresado en el Pacto: que se pretende quitar a Pemex de las áreas estratégicas para convertirla en una corporación de mayoría de capital estatal. Es obvio que se prevé la participación directa de compañías petroleras que operen en el mercado nacional compitiendo con Pemex. Ese es el punto".

 

¿Y es tan malo que Pemex compita con otras empresas?

"Vea usted el compromiso 56 del Pacto por México: Se ampliará la capacidad de ejecución de la industria de exploración y producción de hidrocarburos mediante una reforma energética para maximizar la renta petrolera para el Estado mexicano. ¿Sabe qué significa eso? En español quiere decir que los nuevos proyectos de exploración y producción de hidrocarburos no los ejecutará Pemex, sino eso que llaman la industria, es decir, otros operadores, privados desde luego y seguramente extranjeros. Peor todavía, Federico, ¿sabe lo que significa 'maximizar la renta petrolera'? Simplemente que se acelerará la extracción de crudo para exportarlo en beneficio de otros países, sobre todo de Estados Unidos. Es una grave amenaza a la seguridad energética y a la soberanía de México".

 

Y eso, ingeniero Jiménez Espriú, es lo que el PRD ya aprobó en el Pacto…

"Sus líderes, antes de firmar los compromisos, seguramente los leyeron y los entendieron. No son tontos, Se habla ahí con toda claridad, cito, de un 'entorno de competencia en los procesos económicos de refinación, petroquímica y transporte de hidrocarburos'. ¿Se lo digo en castellano? Quiere decir que Pemex sería un operador, entre otros muchos, ya no el operador".

 

Es la forma en que, según le entiendo, se privatizará la renta petrolera.

"Es clarísimo. El Pacto por México expresa la voluntad política de entregar la renta petrolera a través del suministro de petróleo crudo en condiciones preferenciales a empresas privadas".

 

“ES UNA INMORALIDAD, UNA BAJEZA”

 

El día de la entrevista en al menos dos columnas políticas de diarios mexicanos, las de El Universal yLa Razón, se dijo que Jiménez Espriú, tan cercano a AMLO, se había alejado del tabasqueño para sumarse a un consejo del PRD, el que se supone organizará una consulta ciudadana en torno a la reforma energética.

 

Leí esta mañana que usted se suma al esfuerzo del PRD para consultar a los mexicanos.

"Es una inmoralidad, una bajeza. Asistí a un evento de Alianza Cívica, AC. Me dijeron que no tenía que ver con ningún partido. Ahí andaba el presidente del PRD, Jesús Zambrano, que se suponía era un invitado nada más. Al finalizar Zambrano me dijo: 'Qué bueno que está usted en esto, ingeniero'. Con sorpresa en la noche, viendo Milenio TV, me entero de que ese era el consejo consultivo del PRD para la reforma. Me perdonan, pero me engañaron. Es lo que me pasa por andar diciendo que sí a todo. Desde luego, enviaré una carta para deslindarme. No milito en ningún partido político, ni en Morena. Pero simpatizo con Morena y López Obrador. Y por supuesto iré al mitin de Andrés Manuel en septiembre. No estoy en nada con el PRD, que como le he dicho, Federico, ya aprobó la reforma al firmar el Pacto".

 

¿Va a pronunciar usted un discurso en el mitin de AMLO?

"No, ahora no. Ya lo hice, en la campaña… Me acusaron en Reforma de que yo era más radical que López Obrador".

 

Es que López Obrador, con la república amorosa, le bajó al tono, pero en septiembre le va a subir…

"Sí, seguro que sí. Ahí voy a estar, pero sin hablar. Aquella vez yo me puse…, bravísimo. Ahora voy a dar la lucha con documentos como este que hice sobre la reforma energética que se anuncia".

 

HOMBRE DE IZQUIERDA, MAESTRO DE KRAUZE, INGENIERO EN LUCHA CONTRA LAS PRIVATIZACIONES SIMULADAS

 

Le cuento al ingeniero Jiménez Espriú que, cuando le llamé para pedirle la entrevista, me dirigía a ver al historiador, y también ingeniero, Enrique Krauze para entrevistarlo.

 

Enrique Krauze lo manda saludar.

"Siempre me da gusto saber de Krauze. Un hombre brillante, desde que era mi alumno. No siempre estamos de acuerdo, pero lo respeto y le tengo aprecio. Lo recuerdo muy bien en aquellos años. Fui su maestro en el 68, en ese año, digamos, tan interesante. Enrique Krauze es un ingeniero que tomó el camino de la historia, de las letras. Lo he seguido. Estuvo muy cerca de Octavio Paz, el gran poeta del que no tuve una buena opinión como persona..."

 

¿Algo pasó entre Paz y usted?

"Dejemos las cosas en que mi opinión de Paz se formó cuando, al terminar la carrera, me fui a Francia a estudiar. Paz trabajaba en la embajada mexicana en ese país. Algunos estudiantes lo buscamos y nos trató en forma despótica, desagradable. Dejemos el tema en este punto".

 

Krauze no es el único ingeniero dedicado a la cultura, usted es otro.

"Krauze es muy buen escritor. También lo es el ingeniero Gabriel Zaid, un hombre brillante, un genio, pero un tanto anacoreta. Yo soy ingeniero y como ingeniero doy mis batallas".

 

¿Desde cuándo es usted un hombre de izquierda?

"Pienso que desde que nací. Soy hijo de un ingeniero militar, el último director del Departamento de la Industria Militar Mexicana, Javier Jiménez Segura. Él era de ideas liberales, de izquierda. Mi educación fue absolutamente laica. Siempre he sido de izquierda, pero como muchos mexicanos en aquellos años milité en el PRI. Lo hice desde muy joven. No participé activamente en los trabajos del partido, vamos ni siquiera conocía las oficinas del PRI. Pero era priista".

 

Y tuvo usted una carrera en el servicio público.

"Trabajé en Obras Públicas con el ingeniero Bracamontes, en los setenta. Renuncié cuando fui a la UNAM como secretario general, con Soberón. En la universidad fui director de la Facultad de Ingeniería. Volví al gobierno cuando De la Madrid me invitó a ser subsecretario de Comunicaciones y Desarrollo Tecnológico para crear dos institutos de investigación, el Instituto Mexicano del Transporte y el Instituto Mexicano de Comunicaciones, que increíblemente años después lo desaparecieron".

 

¿En ese sexenio trabajó en Pemex?

"No, en el siguiente. Estuve los seis años de Miguel de la Madrid. Después, con Salinas, me invitaron a ser subdirector comercial de Pemex. Me quedé ahí hasta que se tomo la decisión de pulverizar Pemex, cuando se crearon las cuatro subsidiarias. Y desde entonces me dediqué a las actividades privadas, es decir, me privatizaron".

 

¿Cómo priista realizó trabajó político?

"Estando yo en el PRI se creó un grupo en el que participaban, entre otros, Sergio García Ramírez, la China Mendoza, Andrés Henestrosa, David Ibarra, yo desde luego. Teníamos como común denominador el ser liberales. Se creó la Corriente Renovadora del PRI".

 

Eso ya fue con Zedillo, si no me equivoco…

"Así es. El presidente Zedillo lanzó su reforma eléctrica que permitía, que de hecho permitió, que hubiera productores independientes de energía. Nosotros decíamos que eso era anticonstitucional porque la Constitución dice que toda la generación de energía eléctrica únicamente el Estado puede hacerla. Nos opusimos, dijimos que no estábamos de acuerdo, sacamos un desplegado, todos pusimos dinero para pagarlo, y expresamos que la Corriente Renovadora rechazaba esa idea. Se decía que no se iba a vender ni un tornillo de la CFE. La misma falacia de hoy con eso de que no se va a vender ni un tornillo de Pemex. Como ingeniero defendí la no privatización. Ahí empecé mi lucha contra las privatizaciones simuladas".

 

Pero usted no abandonó el PRI por eso, ¿o me equivoco?

"Empiezo esa lucha y después, cuando se da todo el problema en el PRI por la candidatura presidencial que disputaban Madrazo y Montiel, yo escribía cada semana en Siempre! criticando muy decididamente los contratos de servicios múltiples de Petróleos Mexicanos; decía que eran el disfraz de una concesión. El caso es que, además del tema petrolero, me dio por atacar al PRI, por la candidatura de Madrazo, que era muy cercano a los editores de la revista. Dejé de escribir en Siempre! y a los pocos meses se dio aquella aprobación de siete minutos, en las cámaras, de lo que se llamó la Ley Televisa. Era el colmo de una entrega absoluta y total de un bien publico que también es un recurso limitado. Ahí sí oficialmente renuncié al PRI siendo Mariano Palacios Alcocer presidente. Le mandé una carta. Le dije que los postulados del PRI ya no eran aquellos en los que yo había creído. No me contestó".

 

No me sorprende que alguien con el perfil burocrático de Palacios Alcocer ignorara su carta de renuncia.

"No me hicieron ningún caso. Pasó el tiempo y un día me habló mi hijo para decirme que estaba muy orgulloso porque me habían corrido del PRI. En primera plana del Reforma había una noticia, la de que se había reunido el consejo de honor y habían separado del partido a Elba Esther Gordillo. Los líderes del partido aprovecharon el momento para decir que, también, aceptaban las renuncias de Diódoro Carrasco, Jiménez Espriú y otros. Me sentí muy a gusto cuando leí eso".

 

Dejó Siempre!, ahora lo leemos en La Jornada.

"Normalmente, cuando me enojo por lo que pasa en México, escribo algún articulo y lo mando a La Jornada, que normalmente lo publica".

 

EL SECRETARIO DE COMUNICACIONES DE AMLO

 

¿Cómo llegó usted, ingeniero, al equipo de López Obrador?

"En 2008 se dio lo de Calderón, lo de su propuesta de reforma energética, con la que quería cambiar las reglas de operación de Pemex. Algo como lo de ahora. Y, como ahora, presenté en el Senado una ponencia oponiéndome. Fue una ponencia que causó cierto escozor. A raíz de eso los partidos de izquierda nos invitaron a algunas personas para preparar una propuesta de reforma alterna. Nos juntamos con los dirigentes del PRD, del PT, de Convergencia. Por ahí andaban López Obrador, Graco Ramírez, Dante Delgado, Alberto Anaya".

 

Aparte de usted, ¿a qué otras personas invitaron?

"Jorge Eduardo Navarrete, Ifigenia Martínez, David Ibarra, Porfirio Muñoz Ledo, Carlos Tello, Arnaldo Cordova, Alfredo Jalife, Manuel Bartlett, entre los que recuerdo. Éramos entre 20 y 25. En un mes había que hacer una propuesta de reforma. No era fácil, pero logramos presentar un documento que finalmente los tres partidos llevaron a las cámaras".

 

¿Participó usted en las movilizaciones de AMLO de ese año, las de las adelitas?

"No, esa vez no. Me quedé en lo técnico. Lo que sí hicimos Muñoz Ledo, Bartlett, Jalife y yo fue ir a las universidades, las organizaciones civiles. Visitamos algunos lugares del país para hablar sobre el tema de la reforma energética. En una ocasión, estando en Monterrey, coincidimos con López Obrador que andaba en esa ciudad, y cenamos. Ahí empezamos a relacionarnos más en forma".

 

De todos los que menciona el único que parece con un perfil técnico para entender el tema energético es usted.

"No es así. Bartlett no es un técnico, pero ha estado mucho tiempo en la política, en el gobierno, conoce bastante. Es el mismo caso de Muñoz Ledo, político y funcionario público con gran experiencia. David Ibarra fue secretario de Hacienda, asesor de Pemex; lo considero un hombre particularmente inteligente. Navarrete fue subsecretario de energía. Ifigenia aportaba el punto de vista de la economía, lo que es importante porque en los últimos años Pemex ha estado manejado desde Hacienda".

 

Pero, ¿Jalife? No le veo experto en ninguno de los temas que usted menciona ni tiene experiencia como funcionario público.

"El suyo es otro perfil, ha estado metido en estudios de la geopolítica; sus aportaciones eran sobre la geopolítica, un tema que no puede descuidarse".

¿Cuándo se estrechó su relación con AMLO?

"Pasado el tiempo, después de lo que intentó Calderón, me invitó  Andrés Manuel a desayunar y me pidió que lo apoyara en lo que yo sé; le dije que sí".

 

¿Por qué con Andrés Manuel?

"Soy una gente convencida de que este país no se va a arreglar si no se acaba la corrupción. Y veo que López Obrador es un hombre honesto. En otros partidos no se percibe mucha luz en ese sentido. Por eso acepté cuando me invitó a Morena. Me pidió encargarme de los temas de obras públicas, infraestructura y energía".

 

Eso fue antes de la campaña de 2012.

"Antes, pero ya bien enfilados a la campaña electoral. En esta preparé el proyecto energético. Organicé el foro energético que López Obrador tuvo en Tampico; ahí presentamos la propuesta de qué es lo que se tiene que hacer en el sector energético. El candidato me incluyó en su propuesta de gabinete, pero no en el tema energético, sino en Comunicaciones y Transportes".

 

LA OTRA PROPUESTA ENERGÉTICA

 

¿Qué debe hacerse?

"En resumen, lo siguiente:

 

"1.- Respeto irrestricto a los artículos 27 y 28 de la Constitución. Sin interpretaciones tramposas en leyes secundarias ni contratos de riesgo disfrazados o ilegales productores independientes.

"2.- El interés nacional debe ser el objetivo único de la estrategia nacional de energía.

"3.- La energía debe ser la palanca del desarrollo nacional.

"4.- Hay que ver integralmente al sector energético. Reconstruir los eslabones productivos de Pemex, de un solo Pemex, para elevar su productividad. Y potenciar el papel de la CFE como generador de energía eléctrica.

"5.- Nos urge revertir la tendencia de la CFE a ser comprador de energía y la de Pemex a ser administrador de contratos.

"6.- Debemos explotar racionalmente los hidrocarburos para restituir las reservas probadas.

"7.- Debemos incrementar la capacidad de refinación de Pemex y su capacidad para producir petrolíferos y petroquímicos.

"8.- Hay que dar autonomía técnica y de gestión a Pemex y la CFE, independizándolos de Hacienda, para que consoliden la administración de la renta petrolera sin entregarla a nadie.

"9.- Explorar el potencial de las reservas del “gas shale” y las del mar profundo para, en su caso, explotarlas racionalmente.

"10.- Rescatar al Instituto Mexicano del Petróleo, al de Investigaciones Eléctricas y al Nacional de Investigaciones Nucleares y estimular la participación de la ingeniería y los ingenieros mexicanos".

 

¿Puede sintetizar en una frase toda su propuesta?

"Explotación racional de hidrocarburos que tenga que ver con la seguridad nacional del país ¡y no de Norteamérica!".

 

¿Tanto así?

"Sin duda. Cantarell lo sobreexplotamos en función de otros países, no del nuestro. Nos estamos acabando las reservas. No invertimos suficientemente".

 

Supongo que esta propuesta que usted hace se habría convertido en política pública si Andrés hubiera ganado la presidencia.

"Así es. No digo que esa hubiera sido la reforma energética de López Obrador, pero ahí están los fundamentos de una política energética de Estado".

Las cosas no han funcionado últimamente, en eso todos estamos de acuerdo…

"Hemos vivido el absurdo. La Comisión Federal de Electricidad lanza una política y dice 'vamos a hacer plantas de gas', pero no tenemos el gas. Mandamos al demonio el combustóleo que teníamos. ¿Por qué nos vamos al gas que no tenemos? Lo que se ha hecho en los últimos años es dar contratos para que los españoles se beneficien… Y Pemex entrega contratos que dicen: 'Tú has todo lo que tienes que hacer, luego me dices cuánto cuesta, yo te voy a pagar tus costos y luego te voy a dar una parte por barril'.

 

¿La reforma energética que viene no soluciona nada? ¿Así de plano?

"Para entenderlo solo hay que revisar lo que ha pasado en Ecuador, Venezuela, Brasil, Kazajistán, en todas partes del mundo donde ha habido contratos de esa naturaleza. Es una vergüenza lo que se quiere hacer".

¿Es tan mala la reforma?

"El punto es la renta petrolera, que es la diferencia entre lo que me cuesta sacar el petróleo y el precio al que lo vendo. Si a mí me cuesta 10 dólares sacarlo y también le cuesta a Shell, no va a venir Shell a sacarlo a 10 dólares y entregármelo para que yo me lleve 90 dólares de la renta. Va a decir:  'Oye, espérame, mis costos son estos y yo quiero esta parte de la renta petrolera y eso es parte del acuerdo'. Lo que se está planteando es: tú vienes, haces lo que sea necesario y te vas a llevar una parte de la renta petrolera. ¿Cuánto? Es un negociazo porque yo saco a 10 y vendo a 100 pero quiero que me ayudes. ¿Cuánto estoy dispuesto a compartir contigo y por qué?"

 

Pues porque no podemos sacar ese petróleo.

"¿Por qué no?"

 

No tenemos la tecnología y no tenemos el dinero. ¿Estamos de acuerdo con eso?

"No, no, para nada. Aquí está el dinero. ¿Usted cree que Shell tiene en su caja el suficiente dinero para venir a abrir una exploración así nomás de un día para otro?"

 

Lo conseguirían en el mercado ese dinero, no de un día para otro, pero sí con cierta rapidez.

"¿Y por qué no podemos conseguirlo nosotros en el mercado si somos los que tenemos el petróleo? El petróleo es un buen recurso, valiosísimo. Yo no quiero que me nombren director de Pemex, no estoy en edad ni en esfuerzo, pero si a mi me nombran director de Pemex, hago lo que se está proponiendo, lo que en cierta manera está proponiendo Cuauhtémoc Cárdenas: montar una oficina en Wall Street y recibir dinero de los banqueros que me vengan a ofrecer créditos. Todas las propuestas que yo pueda hacer son rentables porque México tiene el petróleo. Todas. ¿Con qué va a pedir dinero Shell para invertir en México?"

 

Con un contrato, básicamente. Lo entiendo porque siempre he pensado que si me dan un papelito con una concesión de radio, con el simple papelito, sin un peso, consigo socios y dinero. Pero eso es normal en el comercio.

"No tenemos el dinero, pero tenemos el recurso. Pues hay que usarlo para proyectos productivos".  

 

Este Pemex, como está, no parece capaz de ir a Wall Street y conseguir dinero y gestionarlo bien, digo con Romero Deschamps y esas cosas ahí...

"¡Absolutamente de acuerdo! Pero siempre ha habido un Romero Deschamps en Pemex. Y Pemex ha sido una gran empresa. ¿Que hay que limpiar Pemex? ¡Claro que hay que limpiar Pemex! Por ahí deberíamos empezar. Pero Pemex a pesar de todo eso, es una de las empresas más eficientes del mundo, económicamente hablando; si consideramos las utilidades de Pemex, es de lo más eficiente que hay en el mundo".

 

Probablemente sí, pero al mismo tiempo es una empresa tan poco eficiente que mire cómo disminuyeron las reservas en México.

"¿Pero por qué? Porque no han dejado a Pemex que funcione, se ha manejado desde la Secretaría de Hacienda, ¿y qué le dicen a Pemex? A Pemex le dicen, ¿sabes qué?, yo necesito ganar más dinero; ¿cómo?, explotando más. Nosotros podemos establecer, en una estrategia de energía, que si tenemos este petróleo, lo tenemos para tantos años, que si lo seguimos explotando así, lo vamos a agotar. Eso nosotros. Pero Shell no va a dar un plazo de 20 años, Shell va a venir a sacar todo lo que sea posible porque quiere ver reflejadas sus utilidades a finales de año".

 

¿Cuál es el problema de vender el petróleo? El país vive de eso, vendemos petróleo.

"Eso es lo malo, que de eso vivimos, porque en lugar de vender petróleo deberíamos  vender petroquímicos o hacer toda una industria nacional que apoye a Pemex. Seguimos haciendo hoy, más que antes, lo que hacíamos en la época de la conquista, vendiendo el oro en lugar de monedas o joyitas… si nosotros en lugar de vender petróleo crudo, vendiéramos petroquímica... Hace 20 años éramos el quinto productor petroquímico en el mundo".

 

¿Por qué vemos el petróleo como algo sagrado? ¿Por qué no podemos verlo como una simple mercancía?

"Porque para México no es una simple mercancía".

 

¿Es una divinidad?

"Es un elemento que hemos explotado mal, que hemos vendido mal. No debemos vender crudo, es un absurdo vender crudo. No hacemos nada… incluso la gasolina, ¡la gasolina!, nosotros tenemos petróleo, se lo pagamos a no sé quién, olvídese del petróleo, 3 pesos por litro de transporte y luego otros 3 pesos por litro de petróleo para volverlo a traer, no lo podemos hacer nosotros aquí, ¡no podemos hacer una refinería aquí!"

 

¿Por qué no hemos hecho ni una refinería en los últimos años?

"Porque ha habido una máquina infernal para desmantelar Petróleos Mexicanos. Vea usted: 'no se privatizará ni un tornillo de Pemex'. Lea el diario oficial de ayer, ya están desincorporando 400 y tantos mil metros cuadrados de instalaciones de Pajaritos que van a vender a no sé quién. 'No vamos a vender nada', por favor".

 

Después de la expropiación del general Cárdenas se permitía la inversión privada. Fue en los sesenta cuando se prohibió.

"En los sesenta desaparecieron los contratos de riesgo que se habían abierto con Miguel Alemán y ahí está el chiste de lo que usted me pregunta de si es o no es una mercancía el petróleo... Porfirio Díaz, Venustiano Carranza, el general Obregón, los Tratados de Bucareli, Calles, las presiones de los gobiernos extranjeros para defender a sus petroleras; cuidado, no es abrirle el mercado a Halliburton o Shell, sino abrir nuestra soberanía a los países que van a venir a presionar, como han presionado en Argentina, en Venezuela, en todas partes…"

 

Este es un mundo distinto al de la expropiación; el general Cárdenas expropió empresas que se consideraban fuera del estado, hoy nuestro país puede controlar a esas empresas…

"Perdón, pero no. En los sesenta algunos países empezaron a hacer lo que nosotros estamos queriendo hacer hoy y esos países –Venezuela, Brasil, Kazajistán, Argelia, Ecuador–, abrieron sus industrias petroleras y les fue de la fregada".

 

¿En Brasil qué pasó?

"Cuando Petrobras abrió la industria petrolera con Color de Mello, vino el boom, se metieron las empresas y la renta petrolera estaba al revés, Brasil recibía el 10 por ciento y la empresa petrolera se llevaba el 90 por ciento…"

 

 

Pues hicieron mal el acuerdo.

"¡Claro!"

 

Hay que hacer bien los contratos, ¿no le parece? No se ve tan difícil.

"¿Y quién los va a hacer bien?"

 

Pues el Estado mexicano con gente preparada como usted.

"Son incontrolables esas empresas. No pueden controlarse los costos, o sea la renta petrolera".

 

Pero ¿por qué no se puede?

"No se puede, no se ha podido en ninguna parte del mundo. Vea el caso de Kazajistán que encuentra, recientemente, el yacimiento más importante del mundo y le entra un contrato como estos de los que hablamos. Pasaron 10 años y no había recibido ni un centavo y tuvo que cancelar el contrato con unos costos brutales, lo hicieron porque vieron que era una locura. Son contratos que no se pueden controlar, no es posible..."

 

Usted dice que no se pueden controlar los contratos y los partidarios de la reforma dicen que no se puede explorar el mar profundo. Somos el país del no se puede, de plano.

"No, eso no es cierto, en el mar profundo se puede explorar perfectamente, porque tenemos el dinero, tenemos el petróleo. Dicen: 'Es que nadie viene con su tecnología sin compartir la renta', falso".

 

Pues, pudiera ser...

"¡Falso!"

 

Depende el costo de la tecnología… Puede ser demasiado cara para nuestras posibilidades.

"Falso… Sí, depende del costo; pero una cosa es decir 'presto mi tecnología si me la pagan', y se llega a un precio, y otra muy distinta decir 'yo te presto mi tecnología, pero de lo que saquemos yo me llevo la décima parte, la treintava parte o la mitad'. ¿Por qué se lo tienen que llevar? Es un recurso nuestro... un recurso no renovable".

 

¿Entonces?

"Hay que actuar racionalmente. No como ahora que tenemos un negocio formidable, pero fíjate que todo el dinero se lo lleva el gobierno que además dice: '¿Saben qué? El negocio se lo pasamos a otros'. Así nada más. Pasamos el negocio a otros y ya".

 

Pemex debe pagar impuestos.

"Claro que sí… Aprovecho para hacerle una pregunta, Federico: ¿Usted cree que el que va a venir aquí va a pagar los impuestos al doble? Quiero ver qué empresa acepta que le cobren más impuestos de lo que tiene de ingresos, como Pemex. ¿Qué pasó con Telmex? Yo me opuse a la privatización de Telmex".

 

Funciona mejor ahora, ingeniero Jiménez Espriú. El Telmex aquel, aquellos teléfonos con muchas dificultades funcionaban. El ingeniero Slim lo ha hecho muy bien, en mi opinión.

"Mire, ese es el tema, que de repente nos vamos con esa finta de decir 'lo hizo bien'. Yo no soy campeón mundial, pero si me dan las condiciones que le dieron a Slim, también la hago. A lo que voy es esto: a Teléfonos de México le quitaban 65 centavos de cada peso, el gobierno, cuando se lo dan a Slim quizá 32, 32 menos las deducciones. Les dije: 'Me opongo'. Yo era el subsecretario cuando Salinas nos pidió a Serra, a Aspe y a mí que viéramos la privatización de Telmex y yo dije: 'No estoy de acuerdo con la privatización de Telmex', porque Telmex es un monopolio natural..."

 

 

 

¿Y qué le dijo Salinas? ¿"Váyase con su desacuerdo a otro lado"?

"Me dijeron que había que hacer un paréntesis conmigo y me quedé sin chamba, un año. Telmex es un monopolio natural ¿Qué íbamos a hacer, dar ese monopolio a los privados? El beneficio del monopolio debiera ser para el Estado, que somos todos. Yo no he visto nunca un centavo de Pemex, pero está en las calles, está en las carreteras..."

 

Y está en los Ferraris de Romero Deschamps.

"Esa es otra de las falacias".

 

No, ingeniero, ¿cómo que es una falacia? Los Ferraris ahí están.

"Es un pillo Romero Deschamps, pero hagamos las cuentas, caballero: ¿cuánto se roban los señores del sindicato? ¿El 0.0003 de lo de Pemex? Hay que acabar con eso, sin duda, pero no se vale usarlo para justificar la privatización. ¿Se lo roban y eso es culpa de Pemex? No, eso es culpa de los pillos que están en todas las empresas del sector público y en las secretarías de Estado que cobran comisiones por todo. No revolvamos los expedientes, porque entonces sí el juicio es incompleto".

 

Usted, sin duda, está en contra de la reforma...

"Absolutamente. Contra la reforma energética. Y como viene la fiscal se me haría el colmo que en un país, donde ayer nos informan que hay 53 mil multimillonarios y 53 millones de pobres, vayamos a hacer una reforma para que los señores de la Shell se lleven una parte de la renta petrolera y esta se sustituya con el IVA a medicinas y..."

 

¿Qué opina de la propuesta del PAN?

"El PAN ha planteado que Pemex siga igualito, que se vaya muriendo poco a poco y que vengan las empresas privadas a sustituirlo. Totalmente sin sentido".

 

Por eso irá usted a la manifestación de AMLO contra las reformas.

"Sí, pienso ir a la movilización a la que está convocando López Obrador. Es mi deber y lo voy a cumplir".